lunes, 27 de abril de 2009




Historia de una cautiva
Clara nunca pensó que aquel día fuera el primero de una larga tortura que duró seis años. Ella joven abogada que luchaba por la libertades de su país sabía que cualquiera podía estar en peligro en Colombia, pero ella era valiente, aunque las fuerzas de seguridad de su país le advirtieron de los peligros existentes con la guerrilla de las Farc ella acompañó a la candidata a la presidencia de su país en un viaje político
El 23 de febrero de 2002 Clara Rojas fue secuestrada junto a Irene Betancourt. Empezó una larga tortura llena de terror y sufrimiento. La vistieron de camuflaje la ataron con cadenas. Se resistía a vivir cautiva, a no luchar e intentó junto a Irene huir. Nunca lo consiguieron, sólo consiguió que ella y su gran amiga se distanciaran, hasta tal punto que al día de hoy no existe relación alguna entre ellas.
Pero para Clara hubo algo maravilloso que le llenó de ilusión, vivió una historia de amor y quedó embarazada ¿de quién? ella sólo se lo contará a su hijo cuando sea mayor. Su parto fue duro, en la selva, asistida por sus compañeros que le hicieron una cesárea para lograr salvar su vida y la de su hijo. Su hijo nació con el brazo fracturado, se lo quitaron al de nacer para llevarlo a tratamiento. Estuvo tres años separada de su hijo Enmanuel que fue entregado a un campesino y después, estuvo en un centro de acogida
Las Farc pusieron en libertad a Clara, a través de la intermediación del presidente Hugo Chavez.
Hoy en día Clara vive junto a su hijo de 5 años en Bogotá, recuperando el tiempo perdido.

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