domingo, 3 de mayo de 2009


LA LEY DEL TALIÓN
Ella era una estudiante, modelo, joven, guapa, moderna que no seguía las tradiciones, utilizaba indumentaria europea solo utilizaba el rusarí -l típico pañuelo en la cabeza- porque así lo manda el régimen a todas las mujeres iraníes. Amenech trabajaba una compañía de instrumental médico.
Era una triunfadora, con don de gentes que estudiaba Ingeniería Electrónica en la universidad de Teherán. Ella era una mujer guapa, que sabía que tenía admiradores, y entre ellos estaba Majad hombre humilde y rural que trabajaba un taller de reparación de electrodomésticos, estudiaba con Amenech, pero ella nunca se había percatado de él, no sabía que existía, él tenía un aspecto desaliñado, huraño, con actitudes agresivas, estaba acostumbrado a someter bajo su mando a su madre y hermanas.
Se enamoró de Ameneh, y envió a su madre a pedir su mano, ella le negó, pero pese a la negativa, continuó las peticiones de mano y las molestas llamadas al trabajo de Ameneh. «Eres la novia de mis sueños, te tienes que casar conmigo», insistía él. Amenech para que la dejara en paz le mintió, le dijo que estaba comprometida, pero él sabía que no era verdad y se enfadó.
El 3 de noviembre de 2004, Ameneh sale del trabajo, y Majad la estaba esperándola se interpone en su camino, es sus manos lleva un frasco rojo lleno de ácido que arroja sobre el rostro de Ameneh,de repente su cara estaba ardiendo, y gritaba de dolor, la trasladaron al hospital, donde tuvieron que estirparle un ojo, el ácido se lo estaba disolviendo, y prácticamente perdería la visión del otro .
Se traslado a Barcelona donde se ha operado para mejorar las qemaduras de su rostro e intentar recuperar la vista , llegó a mantener durante dos años la visión del 40 por ciento de un ojo, pero que una infección por hongos acabó dejándola ciega totalmente.
La joven iraní, tiene miedo y no quier volver a su país, vive en una habitación de alquiler y se mantiene con 400 euros que le da el gobierno español
Necesita a sus familia, pero a su madre no le conceden el visado
Las leyes iraníes establecen que la mujer vale la mitade de un hombre, por eso Amenh sólo podrá cegarle de un ojo si paga 20000 euros.
El juez ha anunciado que la sentencia, que ordena que a Majid se le apliquen 20 gotas de ácido en cada ojo para compensar los dos que perdió Ameneh.
Se aplicará el ojo por ojo”